domingo, 30 de marzo de 2014

Los errores condenan a un buen Sporting (2-1)

Los errores condenan a un buen Sporting (2-1)

El Sporting perdió un partido que mereció ganar, pero dos errores defensivos y la falta de eficacia en las mejores ocasiones de gol impidieron un mejor resultado

26.03.14 - 11:02 -

Los errores condenan a un buen Sporting (2-1)
El Sporting perdió un partido que mereció ganar, pero dos errores defensivos y la falta de eficacia en las mejores ocasiones de gol impidieron un mejor resultado. A los rojiblancos no les sirvió ser mejores en el campo.
Sandoval optó por contar con la pareja serbia en el ataque, dentro de un 4-3-3, pero con Scepovic escorado a la banda izquierda. Las Palmas salió con más decisión, pero las primeras ocasiones claras de gol fueron de los gijoneses, con un remate de Lekic al larguero y otro de Scepovic que salió desviado por muy poco, con media portería libre.
El juego fue equilibrado, aunque con más iniciativa de Las Palmas, sobre todo en el último cuarto de hora del primer tiempo, casi siempre apoyándose en Valerón. Los locales abusaron de la movilidad de sus delanteros con cambios frecuentes en sus oposiciones, pero sin efectividad, por el orden defensivo de los gijoneses.
El principal problema del Sporting eran las pérdidas del balón, muy comprometidas. Fueron la causa de las tarjetas y de los principales peligros para Cuéllar.
En el segundo tiempo, el Sporting empezó firme, con un buen contraataque, en el que Lekic, sólo ante Barbosa, no acertó a marcar en la ocasión más clara. A la siguiente acción, una serie de errores en el despeje, con un toque erróneo atrás de Scepovic, fue el origen de un pase en profundidad a Aranda, cuyo disparo cruzado no pudo interceptar Cuéllar.
Sandoval arriesgó con la entrada de Isma López en la posición de Canella y con la presencia de Carmona, y para dejar el doble pivote a Bustos con Nacho Cases. Coincidió con el empate gijonés, en una internada de Scepovic, que habilitó a Lekic para superar a Barbosa.
En la última fase del partido, el conjunto gijonés fue más ambicioso. Pudo ganar, pero le faltó acierto rematador y más serenidad defensiva. Mandi interceptó una internada de Masoud, en una acción en la que el central rojiblanco arriesgó demasiado, pero la decisión del árbitro fue rigurosa.
Los últimos minutos fueron de acoso gijonés, pero volvió a faltar acierto. Un pena, porque esta vez el equipo de Sandoval dejó un buen sabor de boca.

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