Información para pacientes sobre la fibromialgia
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¿Qué es la
fibromialgia?
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La fibromialgia es una enfermedad crónica,
generalizada y que se caracteriza por dolor de larga duración
en los músculos y en las articulaciones de todo el cuerpo.
Puede ser especialmente intenso en algunos puntos: zona
occipital y cervical, en la parte alta y baja de la espalda,
rodillas, codos y glúteos. La intensidad del dolor varía de
día en día, y puede cambiar de lugar, pudiendo llegar a ser
más severo en aquellas partes del cuerpo que se usan más
(cuello, hombros, cadera y pies). En algunas personas, el
dolor interfiere con las tareas diarias y cotidianas, mientras
que en otras, sólo les ocasiona un malestar leve. |
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Puntos
dolorosos a la exploración
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Son muy frecuentes los trastornos del sueño, el cansancio,
la rigidez y sensación de hinchazón y entumecimiento de las
articulaciones, alteraciones intestinales con estreñimiento
seguido de descargas diarréicas, sequedad de boca, acidez de
estómago o exceso de gases.
Como en el caso del dolor también varían en intensidad de
un día a otro el cansancio y la sensación de hinchazón o
entumecimiento de las articulaciones, presentándose
especialmente al levantarse o después de estar sin moverse,
con gran sensibilidad al frío o al calor, especialmente en las
manos y pies. Algunas personas sienten dolor en el pecho,
palpitaciones o sensación de falta de aire o dificultad para
respirar.
Otros pacientes con fibromialgia presentan el trastorno
conocido como el "síndrome de las piernas inquietas", que se
caracteriza por una necesidad imperiosa de mover las piernas,
sobre todo cuando se está descansando o en reposo, ocasionando
a veces movimientos periódicos de las extremidades durante el
sueño.
Con frecuencia los enfermos padecen dolor de cabeza y de la
articulación témporo-maxilar, vértigo o sensación de mareo, e
hipersensibilidad a la luz o a los ruidos. Algunas pacientes
presentan dolor menstrual y al mantener relaciones sexuales.
En otros pacientes aparece dolor en la zona vesical (bajo
vientre) y al orinar, con sensación de necesidad de orinar con
mucha frecuencia.
La ansiedad y la depresión pueden empeorar con la falta de
sueño y la tensión, y a la inversa, los síntomas dolorosos se
agravan por el cansancio y la depresión.
Es una enfermedad frecuente que padece hasta el 5% de la
población, siendo más común en las mujeres que en los hombres
adultos, aunque puede aparecer en niños
Se desconoce la causa de esta enfermedad, su evolución es
benigna, sin riesgo para la vida y sin provocar invalidez o
lesiones definitivas. |
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¿Cómo se diagnostica? |
El diagnóstico es fundamentalmente clínico.
Los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias
musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa
en el examen clínico de los síntomas del paciente realizado
por un médico. No hay ninguna prueba diagnóstica específica,
pero sin embargo, es importante realizar algunas pruebas
analíticas para descartar otras enfermedades, como por ejemplo
las enfermedades reumáticas, la artritis o la osteoporosis que
tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos. |
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¿Cómo se trata? |
En el momento actual no hay un tratamiento curativo para la
fibromialgia, pero sí muchas medidas que alivian los síntomas
y mejoran la calidad de vida.1.- El calor alivia el dolor:
por ello son recomendables los baños y duchas calientes, la
aplicación de duchas de agua caliente en las zonas dolorosas,
la aplicación de calor local mediante lámparas de calor,
almohadas o mantas eléctricas y compresas calientes. Los
masajes e hidromasajes suaves mejoran los cuadros dolorosos.
La balneatoterapia es un excelente recurso.
2.- Mantener unos buenos patrones de sueño, con horarios
estables: tiene un efecto muy positivo., realizar paseos o
ejercicio ligero por las tardes, tomar infusiones calientes
antes de acostarse, cenas ligeras, evitar por las tarde y
noches bebidas excitantes (café, bebidas alcohólicas) o
comidas copiosas o muy especiadas.
Deben evitarse situaciones estresantes, reduciendo el
estrés. Hacer ejercicios de respiración y de relajación.
Si bien hay momentos en los que los cuadros dolorosos
dificultan el mantener la actividad social habitual, es muy
importante mantenerla en la medida de lo posible, evitando el
aislamiento social y el reposo excesivo que pueden aumentar la
depresión.
3.- Hacer ejercicio físico y mantener un tono muscular
adecuado: de todas las medidas recomendadas en el tratamiento
de la fibromialgia, son sin duda las más eficaces a largo
plazo. Se aconseja realizar ejercicio físico aeróbico poco
intenso, como la natación, ejercicios en el agua o bicicleta
estática a velocidad e intensidad controladas. Al comenzar a
realizar ejercicio puede producirse un poco de dolor muscular.
Si el dolor es intenso es indicativo de que se ha realizado un
esfuerzo físico excesivo y deberá disminuir la frecuencia o
intensidad. Progresivamente aparecerá el efecto beneficioso
del ejercicio físico y mejorará el estado general,
disminuyendo el dolor y aumentando la resistencia al ejercicio
y al esfuerzo físico.
Puede iniciarse con ejercicio poco intenso durante 3-5
minutos, a días alternos e ir aumentando un minuto cada día.
Si aparece dolor, reduzca la intensidad y el tiempo hasta
niveles no doloroso y vuelva a aumentarlos progresivamente. El
tiempo de ejercicio a alcanzar es de 60 minutos 3-4 veces a la
semana. Una vez alcanzado, realice ejercicios aeróbicos de
mayor intensidad, como caminar, correr o jugar al tenis.
Se recomienda mantenerse tan activo como sea posible,
evitando la sobreactividad o exceso de ejercicio puntual que
pueden provocar un exceso de cansancio o dolor durante varios
días. La realización de ejercicio físico tiene un efecto
físico positivo demostrado a largo plazo.
4.- En algunas personas la terapia de apoyo psicológico
tiene buenos resultados: es muy importante conocer la
enfermedad y los síntomas de cada caso, aprender a
identificarlos y controlarlos, manteniendo una actitud
positiva. Puede ponerse en contacto con asociaciones de
pacientes de fibromialgia que pueden ayudarle y orientarle. Es
también importante que las personas que conviven con el
paciente conozcan la enfermedad y colaboren, facilitando el
mantenimiento del ritmo de vida, de la actividad social, la
realización de ejercicio físico oel control de la dieta
alimenticia.
5.- Tratamiento farmacológico: existen diversos
medicamentos que pueden ayudar a mejorar algunos síntomas.
Siempre deben de seguirse las indicaciones del médico y evitar
la automedicación. Los efectos beneficiosos son evidentes al
cabo de unos meses de tratamiento. Entre estos medicamentos se
encuentran algunos antiinflamatorios, relajantes musculares,
antidepresivos y ansiolíticos.
6.- Otras medidas: evitar las sobrecargas musculares, al
transportar o mover cargas pesadas, el sobrepeso y el esfuerzo
físico intenso. Mantenga el peso adecuado con una dieta
alimenticia equilibrada, rica en vitaminas y minerales, con
bajo contenido en especias y alimentos o bebidas excitantes
(café, alcohol) y bien distribuida en las cuatro comidas del
día, especialmente cuidando las cenas ligeras. Reducir el
estrés, mantener un ritmo de vida estable y facilitar el
sueño. |
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Recuerde:
La fibromialgia es una enfermedad crónica, benigna, con
múltiples factores que influyen en ella. Por eso debe
afrontarse con múltiples estrategias y ser perseverante
(ejercicio físico, hábitos de vida, medicación, etc…). Aunque
no exista una cura, puede hacer muchas cosas para sentirse
mejor. |
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Autores:
Equipo editorial de Fisterra.
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