La imagen de España a través de la historia
Los temas tratados en este apartado han sido tomados de un artículo nombrado “La imagen de España en el exterior” de Javier Noya donde entre otros aspectos destaca la imagen que ha dado la historia de España a sí misma.
La imagen actual de España es el sedimento de las distintas imágenes que dejo España en el pasado.
Aunque, como veremos, España tiene una
imagen de país actual, joven y dinámico en parte por la “pasión por la
vida” que nos caracterizaría.
Es obvio que la herencia del pasado sigue
pesando fuertemente sobre la forma en que nos ven otros países. Ello es
lógico pues España no es precisamente un “pueblo sin historia”.
España, la imagen de su pasado…
España siempre fue vista como un país con
mucho romanticismo, pero esa no fue la única imagen que dejo España,
pues con la guerra civil y el franquismo España también dejo una imagen a
través de la historia.
Hay dos interpretaciones sobre las
consecuencias de la imagen de España por la guerra civil y el
franquismo. Nunca como entonces hubo tanto interés por España en todos
los países, y el aumento de la información hizo que la imagen fuese poco
estereotipada. Naturalmente los estereotipos no desaparecieron de la
noche a la mañana.
Las diferencias con la imagen “España romántica” y “la España negra “son:
En primer lugar, pues lo español era
demasiado exótico; y en segundo lugar, la visión de España fue menos
paternalista que la romántica, se vino a aprender y no a enseñar. Se dio
más el entusiasmo de una ideología política. En definitiva la Guerra
Civil habría tenido un efecto depurativo sobre la imagen del Estereotipo
español en el exterior, ya que lo romántico fue neutralizado.
Hay que remarcar que las reacciones de
simpatía o solidaridad se basaban en algo romántico y católico, por lo
tanto con la guerra civil fue, totalmente contraria a la imagen que
tenía: violencia, fanatismo, regreso de la Inquisición y feudalismo.
Llegando a tener así el nombre de “la España negra”.
Si fue esa la imagen de España,
después causó sorpresa y admiración la capacidad de Los españoles para
contener el llanto, mirar adelante, olvidar el pasado y empezar de
nuevo. Llegando a ser considerados los “prusianos del sur”, el pueblo
más eficiente de la Europa del Sur.
Por lo tanto, La sorpresa fue que llego a
tener una imagen económica, política y cultural, pero sin embargo no
tan fuerte como para acabar con la imagen de “España romántica”.
En resumen, hemos visto que se pueden identificar dos arquetipos básicos en la construcción histórica de la imagen.
De un parte el derivado de la leyenda
negra que concibe a España como un país europeo, arrogante y altivo,
ineficaz y mal gobernado, intolerante y profundamente religioso. Es el
país de la reacción y el conservadurismo extremo. Es una visión
denigrante pero positiva, al menos en el sentido de que todavía se nos
evalúa con los ‘standards’ de un país europeo.
El segundo arquetipo deriva del
romanticismo, y concibe España como un país exótico y orientalizante,
más pre-moderno que decadente, constituido por hombres y mujeres
auténticas, amantes de la libertad inmediata y sin fronteras, apasionado
pero incapaz de comportamientos racionales, fríos y civilizados. Con
esta retahíla se pasa sin solución de continuidad desde comienzos del
XIX a mediados del S. XX. Es una imagen amable, pero negativa porque se
nos mide distinto: justamente como “el otro”, como no Europeos.
En definitiva, la Ilustración europea,
que sigue bajo el influjo de la Leyenda Negra, tiene una imagen negativa
de España, pero en realidad porque nos compara con sus países, de igual
a igual, como otra parte más de Europa. El romanticismo, por el
contrario, tendrá una imagen empática con España, pero situándonos como
país exótico, distinto del resto de Europa. Hay por lo tanto entre ambas
apreciaciones un cambio que creemos que se puede explicar con la ayuda
del concepto de “grupo de referencia”. En el primer caso la referencia
de España es Europa, en el segundo lo exótico y desconocido, a la sazón,
lo “incivilizado”. En el primer caso España todavía jugaba un
importante papel en el concierto de las naciones europeas. Tanto para
los europeos como para los españoles mismos, el referente de España era
Europa. La visión romántica coincide con el debilitamiento de España
como potencia política, económica y militar.
Imagen romántica
La Leyenda Negra y la Leyenda Amarilla.
Para la visión romántica se toma los mismos elementos del estereotipo
moderno, les da la vuelta y los reinterpreta. Lo que antes se
consideraba negativo, incluso despreciable, ahora se ensalza como
virtud. Empezando por la imagen de los españoles mismos, el más claro
ejemplo es la imagen del soldado español. Recordemos que en la Leyenda
Negra, sobre todo en la más popular, y difundida y el teatro, es el
principal objeto de las iras y las burlas de los europeos que enfatizan
miseria, y crueldad. En el romanticismo, a raíz de los éxitos de las
guerrillas el mismo soldado desharrapado pasa a ser admirado; es incluso
ejemplar, por su valentía, arrojo y audacia.
La imagen romántica subraya los
aspectos que resultan exóticos al extranjero. El flamenco, los toros,
los gitanos, y sobre todo la cultura musulmana. Característica
importante del exotismo romántico es la imagen orientalista de España.
la explicación de la sensualidad de nuestros bailes.
Un siglo más tarde, cambio la
sensibilidad con que se apreciaba lo “romántico”. Los típicos
personajes españoles de la nueva versión. El cambio, por lo tanto, poco
tenía que ver con España. Lo que cambiaba eran los valores morales,” la
sensibilidad Española”.
Otro ejemplo referido ahora a la imagen del país.
Criticaban el atraso de España, poniendo el acento en las infraestructuras y la economía.
La arquitectura pintada o dibujada por
los artistas franceses a su paso por España es la morisca. La Alhambra o
el Generalife granadinos son los objetos de culto. Obras como El
Escorial son presentadas como vivas imágenes de la España Negra.
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