sábado, 22 de junio de 2013

La imagen de España a través de la historia

La imagen de España a través de la historia
Los temas tratados en este apartado han sido tomados de un artículo nombrado “La imagen de España en el exterior” de Javier Noya donde entre otros aspectos destaca la imagen que ha dado la historia de España a sí misma.
 La imagen actual de España es el sedimento de las distintas imágenes que dejo España en el pasado.
Aunque, como veremos, España tiene una imagen de país actual, joven y dinámico en parte por la “pasión por la vida” que nos caracterizaría.
Es obvio que la herencia del pasado sigue pesando fuertemente sobre la forma en que nos ven otros países. Ello es lógico pues España no es precisamente un “pueblo sin historia”.
 España, la imagen de su pasado…
España siempre fue vista como un país con mucho romanticismo, pero esa no fue la única imagen que dejo España, pues con la guerra civil y el franquismo España también dejo una imagen a través de la historia.
Hay dos interpretaciones sobre las consecuencias de la imagen de España por la guerra civil y el franquismo. Nunca como entonces hubo tanto interés por España en todos los países, y el aumento de la información hizo que la imagen fuese poco estereotipada. Naturalmente los estereotipos no desaparecieron de la noche a la mañana.
Las diferencias con la imagen “España romántica”  y “la España negra “son:
En primer lugar, pues lo español era demasiado exótico; y en segundo lugar, la visión de España fue menos paternalista que la romántica, se vino a aprender y no a enseñar. Se dio más el entusiasmo de una ideología política. En definitiva la Guerra Civil habría tenido un efecto depurativo sobre la imagen del Estereotipo español en el exterior, ya que lo romántico fue neutralizado.
Hay que remarcar que las reacciones de simpatía o solidaridad se basaban en algo romántico y católico, por lo tanto con la guerra civil fue, totalmente contraria a la imagen que tenía: violencia, fanatismo, regreso de la Inquisición y feudalismo. Llegando a tener así el nombre de “la España negra”.
Si fue esa la imagen de España, después causó sorpresa y admiración la capacidad de Los españoles para contener el llanto, mirar adelante, olvidar el pasado y empezar de nuevo. Llegando a ser considerados los “prusianos del sur”, el pueblo más eficiente de la Europa del Sur.
Por lo tanto, La sorpresa fue que llego a tener una imagen económica, política y cultural, pero  sin embargo no tan fuerte como para acabar con la imagen de “España romántica”. 
En resumen, hemos visto que se pueden identificar dos arquetipos básicos en la construcción histórica de la imagen.
De un parte el derivado de la leyenda negra que concibe a España como un país europeo, arrogante y altivo, ineficaz y mal gobernado, intolerante y profundamente religioso. Es el país de la reacción y el conservadurismo extremo. Es una visión denigrante pero positiva, al menos en el sentido de que todavía se nos evalúa con los ‘standards’ de un país europeo.
El segundo arquetipo deriva del romanticismo, y concibe España como un país exótico y orientalizante, más pre-moderno que decadente, constituido por hombres y mujeres auténticas, amantes de la libertad inmediata y sin fronteras, apasionado pero incapaz de comportamientos racionales, fríos y civilizados. Con esta retahíla se pasa sin solución de continuidad desde comienzos del XIX a mediados del S. XX. Es una imagen amable, pero negativa porque se nos mide distinto: justamente como “el otro”, como no Europeos.
En definitiva, la Ilustración europea, que sigue bajo el influjo de la Leyenda Negra, tiene una imagen negativa de España, pero en realidad porque nos compara con sus países, de igual a igual, como otra parte más de Europa. El romanticismo, por el contrario, tendrá una imagen empática con España, pero situándonos como país exótico, distinto del resto de Europa. Hay por lo tanto entre ambas apreciaciones un cambio que creemos que se puede explicar con la ayuda del concepto de “grupo de referencia”. En el primer caso la referencia de España es Europa, en el segundo lo exótico y desconocido, a la sazón, lo “incivilizado”. En el primer caso España todavía jugaba un importante papel en el concierto de las naciones europeas. Tanto para los europeos como para los españoles mismos, el referente de España era Europa. La visión romántica coincide con el debilitamiento de España como potencia política, económica y militar.
Imagen romántica
La Leyenda Negra y la Leyenda Amarilla. Para la visión romántica se toma los mismos elementos del estereotipo moderno, les da la vuelta y los reinterpreta. Lo que antes se consideraba negativo, incluso despreciable, ahora se ensalza como virtud. Empezando por la imagen de los españoles mismos, el más claro ejemplo es la imagen del soldado español. Recordemos que en la Leyenda Negra, sobre todo en la más popular, y difundida y el teatro, es el principal objeto de las iras y las burlas de los europeos que enfatizan  miseria, y crueldad. En el romanticismo, a raíz de los éxitos de las guerrillas el mismo soldado desharrapado pasa a ser admirado; es incluso ejemplar, por su valentía, arrojo y audacia.
La imagen romántica subraya los aspectos que resultan exóticos al extranjero. El flamenco, los toros, los gitanos, y sobre todo la cultura musulmana. Característica importante del exotismo romántico es la imagen orientalista de España.  la explicación de la sensualidad de nuestros bailes.
Un siglo más tarde, cambio la sensibilidad con que se apreciaba  lo “romántico”. Los típicos personajes españoles de la nueva versión. El cambio, por lo tanto, poco tenía que ver con España. Lo que cambiaba eran los valores morales,” la sensibilidad Española”.
Otro ejemplo referido ahora a la imagen del país.
Criticaban el atraso de España, poniendo el acento en las infraestructuras y la economía.
La arquitectura pintada o dibujada por los artistas franceses a su paso por España es la morisca. La Alhambra o el Generalife granadinos son los objetos de culto. Obras como El Escorial son presentadas como vivas imágenes de la España Negra.

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