RM 1 - 1 ManU: Sólo CR7 pudo con De Gea
Las espadas siguen en alto, porque el Real Madrid desperdició un primer tiempo jugado con una fiereza y una intensidad como pocas veces se han visto para no dejar la eliminatoria vista para sentencia, porque pudo hacerlo de haber atinado con la portería. Pero sólo lo hizo Ronaldo, y encima tras una cantada defensiva a balón parado que adelantó al United. 1-1 y todo por decidir para la vuelta, que será infartante.
Pero ahí se desveló también una de las carencias blancas de esta temporada: la falta de pegada. Con Özil enchufadísimo desde el minuto 20, el Madrid supo rondar la meta rival durante todo el primer acto con evidente peligro. Pero el alemán, una delicia en la conducción y el desborde, anduvo desatinadísimo en el remate, desperdiciando tres ocasiones de esas que no se pueden perdonar, menos aún por Europa. Con Benzema completamente desaparecido, y lo que es peor fallón en sus escasas aportaciones, sólo la pujanza de un Di María esforzadísimo y la potencia descomunal de Ronaldo y Khedira parecían poder doblegar la resistencia de los ingleses.
La primera puñalada de la eliminatoria la clavó el United, cómo no a balón parado, de nuevo un suplicio para el Real Madrid en cada acción de este tipo. Ramos le perdió la marca a Welbeck y el negrito clavó el 0-1 en la primera llegada del United, hasta entonces completamente inofensivo porque Varane, que se llevó un burreo importante en la primera tentativa de acoso a Van Persie, fue creciendo hasta alcanzar el nivel del día del Barcelona.
El Madrid no desfalleció y pronto encontró el empate, en una reedición del tanto que le diera la última Copa del Rey a los blancos: centro de Di María desde la banda izquierda y Ronaldo, descendiendo de los cielos, clavó un cabezazo ante el que De Gea no pudo hacer nada. Era el mal menor ante tanta ocasión desperdiciada, segunda amarilla a Van Persie y escandaloso penalti de Evans sobre Di María por empujón al limbo, los mimos de Platini hacia este equipo siguen su curso.
La tónica no cambió en el arranque de la segunda mitad, pese a que el Madrid salió más bajo de intensidad. Con Di María enchufadísimo, intentándolo por todos los costados, y con Khedira imponiendo su ley en el centro, todo quedaba a expensas de la puntería. Mourinho decidió resguardarse atrás y dejó siempre cinco jugadores por detrás de la pelota, riesgos los justos ante las contras de un United que pese a todo se revolvía como una cobra, una contra de Van Persie acabó en el larguero primero y salvando bajo palos Xabi Alonso luego, y que seguía salvándose gracias a un De Gea que paraba todo lo parable y alguna bola extra, como un remate de Coentrao, muy buen partido el suyo, llegando desde el segundo palo que desbarató con los pies.
Pero el tiempo se consumía, y según avanzaba el reloj las precauciones de ambos equipos eran mayores: el Madrid no podía ir a lo loco y el United se protegió en su campo sin dejar ni un resquicio, aunque sobre el pitido final Van Persie se tropezó con una gran manopla de Diego López. Con Ronaldo desaparecido y Özil con la varita apagada, Higuaín tampoco mejoró a Benzema, el Madrid sólo fue capaz de llegar al área inglesa por los arreones de Khedira y Coentrao, demasiado poco contra nueve defensores rojos. La eliminatoria sigue abierta, pero al Madrid le urge encontrar la pegada perdida si quiere progresar en esta Champions.
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