Un tribunal israelí dictaminó el 19 de febrero que Samer al-Issawi, en huelga de hambre desde hace más de 200 días, debe permanecer detenido.
El abogado de Issawi, Jawad Bulos, pidió la liberación de al-Issawi ante el tribunal de magistrados en Jerusalén. Un fiscal militar israelí se opuso a la petición.
Issawi, que entró al tribunal en silla de ruedas rodeado por guardias armados, está en huelga de hambre desde el 1 de agosto. Cuando el juez le preguntó sobre su estado, Issawi “respondió con voz débil que sufre dolores y está enfrentando la muerte”, según contó Bulos.
Su madre se desmayó en el tribunal cuando el juez anunció que Issawi permanecería en prisión hasta la próxima audiencia dentro de un mes.
Cientos de palestinos en cárceles israelíes declararon una huelga de hambre el 19 de febrero en solidaridad con Issawi y los otros 3 prisioneros en huelga.
La Sociedad de los Prisioneros Palestinos, que se ocupa del bienestar de los prisioneros y sus familias, dijo que 800 prisioneros estaban participando en el ayuno de un día.
La campaña de los prisioneros contra la detención sin juicio ha desatado fuertes protestas en las últimas semanas fuera de una prisión militar israelí y por toda Cisjordania.
En la Franja de Gaza, el movimiento Jihad Islámico dijo que la tregua con Israel, que terminó con la agresión de 8 días en noviembre pasado, podría venirse abajo si alguno de los prisioneros en huelga muriera.
Issawi estuvo entre los 1027 prisioneros palestinos liberados por Israel en 2011 a cambio de Gilad Shalit, un soldado israelí capturado en Gaza.
Issawi y Ayman Sharawneh, que ha estado también en huelga de hambre, están entre los 14 palestinos que fueron re-arrestados por Israel después de haber sido liberados en el intercambio por Shalit.
Preocupación internacional
El negociador de la OLP Saeb Erekat dijo que ha estado en contacto con Israel a quien urgió a liberar a los hombres. Dijo que Egipto, que medió en el Acuerdo Shalit y también negoció para poner fin a la masiva huelga de hambre en las cárceles israelíes el pasado año, están tratando de poner fin a la nueva protesta.
Israel ha desactivado previas huelgas de hambre de larga duración entre los 4700 palestinos en sus cárceles mediante acuerdos para liberarlos o deportarlos a Gaza -una propuesta rechazada por los 4 prisioneros, que proceden de Jerusalén o Cisjordania.
Los negociadores del Cuarteto de Medio Oriente -EEUU, Rusia, Naciones Unidas y Unión Europea- han expresado su preocupación por la huelga de hambre.
En un comunicado, el 18 de febrero, el ministro de exterior de Francia, urgió a Israel “a ser sensible al riesgo de un trágico desenlace y a tomar medidas apropiadas con urgencia”
El comunicado dice “la detención administrativa debe permanecer como una medida excepcional de duración limitada y ser utilizada con el debido respeto por las garantías fundamentales”.
Israel retiene a algunos palestinos en “detención administrativa” basándose en evidencia presentada en un tribunal militar cerrado. Dice que lo hace para prevenir ataques militantes en su contra, mientras que mantiene en secreto sus tácticas y fuentes de contraespionaje.
Había unos 178 detenidos administrativos en cárceles israelíes en enero, por debajo de los poco más de 300 que hubo durante otra campaña de huelga de hambre la pasada primavera, según la Asociación Addameer.
“La batalla librada por mi y mis heroicos compañeros... es la batalla de todos, la batalla del pueblo palestino contra la ocupación y sus prisiones”, dijo al-Issawi en un mensaje al ministerio de los prisioneros de la Autoridad Palestina, la semana pasada.
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